¿Qué son las cuentas de valores? Es una pregunta que muchos se hacen cuando están intentando incursionar por primera vez en el mundo de las inversiones. O puede que, aun teniendo experiencia, no sepas lo que son este tipo de instrumentos. Lo cierto es que se trata de un elemento imprescindible dentro de este mundo, que ofrece muchas facilidades en este sentido.

Es por esta razón que, es necesario entender cómo funcionan, cuál es su alcance y, aún más importante, saber cómo elegir una alternativa que se ajuste a tu realidad. Esto puede significar el éxito en este primer acercamiento hacia las inversiones.

Así funcionan las cuentas de valores

Imagina tu cuenta bancaria, en ella, puedes almacenar tu dinero, y hacer uso de este para comprar o para transferir a otros usuarios. Sin embargo, las cuentas suelen brindarte herramientas adicionales con las que puedes ejecutar otras acciones.

Ahora bien, imagina que lo que quieres guardar no es dinero, sino una o varias acciones de NVIDIA, o un bono que adquiriste del Gobierno Federal. Es posible almacenarlos en este espacio, pero también efectuar otras operaciones como la venta de los mismos, adquirir otros activos o traspasarlos a otra persona. Sin mencionar que incluye servicios extras que pueden mejorar la eficiencia y experiencia. Es así como funcionan las cuentas de valores.

Los tipos de cuentas de valores

Un aspecto esencial dentro de este tema, es que existen diferentes tipos de cuentas de valores, en el que cada una se ajusta al modelo de inversión que siguen los usuarios. Por tanto, dependerá de las necesidades, además de las posibilidades de cada individuo elegir entre uno y otro modelo. De esta manera, se reduce el riesgo en la inversión.

Cabe mencionar que, estas cuentas pueden diferir en cuatro puntos esenciales: La velocidad en la que se ejecutan las órdenes, el alcance para negociar con activos, qué tan sofisticadas son las herramientas a disposición y cuánto margen tiene el inversor para operar.

Cuentas de servicio completo

Son cuentas en las que el cliente goza de un seguimiento o asesoramiento exclusivo por parte de un asesor de inversiones. Básicamente, una persona con este tipo de cuenta de valores tendrá un trato personalizado en el que recibirá consejos y guía constante. Además, puede dejar en plena disposición las decisiones de las operaciones que se pueden ejecutar con dicho asesor.

Aunque, existen dos modalidades para ello, la no discrecional, en la que el operador debe solicitar la aprobación del usuario, y la discrecional, en la que el asesor tiene pleno control de las decisiones.

Otro dato importante sobre estas cuentas de valores, es que no son habituales en cualquier plataforma o entidad. Está más estandarizada en firmas u organizaciones con mucha experiencia en el medio, como Wells Fargo, Merrill, o Morgan Stanley.

Asimismo, la persona que adquiera este tipo de herramienta estará sujeto al pago de una comisión por cada transacción, y debe cancelar los honorarios de los asesores que se ocupen de la cuenta.

Cuentas de valores con descuento

Cuando el usuario valora más la modalidad de “Hazlo tú mismo”, entonces, una cuenta de valores con descuento es la opción más adecuada. Esta, a diferencia de la de servicio completo, no ofrece un asesoramiento continuo ni los otros servicios relacionados. Sin embargo, la cuota por operación es muchísimo más baja, lo que puede suponer una ventaja para algunos.

Existen alternativas en firmas de valores como Fidelity, ETrade o Schwab que ofrecen este tipo de cuentas de valores. Suelen ser adecuadas cuando te sientes capaz de tomar tus propias decisiones de inversión, debido a que cuentas con la experiencia y el recorrido necesario para hacerlo.

Robo-Advisor

Hay plataformas o entidades que ofrecen cuentas que estos mismos denominan como “Robo-Advisors”, un nombre que seguramente habrás escuchado si tienes algo de experiencia con las inversiones.

Dicho esto, son cuentas de valores que funcionan de la siguiente manera: Ejecutan acciones automáticas dependiendo de parámetros que establecen cuándo deben actuar y cuándo no.

Por otro lado, estas cuentas de valores también se rigen por una serie de estrategias predefinidas, o se limitan a partir de instrumentos en concretos, como los fondos mutuos. Asimismo, este tipo de instrumentos cobra una comisión planta cada mes o año, que ronda el 0,25% al 0.50% de los activos que gestiona.

Cabe mencionar que, para abrir una cuenta de este tipo, puede requerirse un monto de hasta $5.000. El mínimo suele oscilar entre $0 y $500, dependiendo de las políticas o límites establecidos por la plataforma.

Lo cierto es que es una alternativa excelente para ambos perfiles financieros. Es decir, personas que son nuevas en las inversiones o individuos especializados, pero que prefieren la modalidad de cero intervenciones.

Cuentas de valores en línea 

Cumple con una modalidad digital, siendo esta una forma cómoda de gestionar las inversiones, permitiendo revisar el progreso desde una página web o un teléfono móvil. Además, estos sitios o aplicaciones ofrecen herramientas modernas y sofisticadas que mejoran la experiencia del usuario y su inversión.

Hoy en día es muy común ver a las firmas de valores más importantes implementar medios digitales para que los usuarios interactúen con los diferentes mercados o activos existentes.

Cuentas de efectivo

A diferencia de otros medios disponibles, la cuenta de efectivo opera a partir de este mismo. Es decir, como cliente, necesitas depositar una cantidad de dinero en físico para que la cuenta de valores empiece a operar. Además, es un instrumento que se limita a realizar operaciones básicas, como la compra y venta de acciones. Sin embargo, algunas entidades son capaces de ofrecer cuentas de efectivo con descuento o de servicio completo.

Cuentas de margen

Las cuentas de valores de márgenes son instrumentos en el que el inversor puedes solicitar fondos para poder operar en los diferentes mercados y comprar productos afines. Además, es un tipo de cuenta que permite operaciones más avanzadas, como la “venta en corto”.

Sin embargo, está sujeta a una serie de condiciones. Por ejemplo, que funcione como un medio de préstamo, por lo que el inversor tendrá que pagar una serie de intereses sobre el monto financiado. Además, existe la posibilidad de que la firma o plataforma exija en algún punto un depósito con fondos adicionales para evitar una “margin call”. Esto sucede cuando el valor de la cuenta cae por debajo del límite requerido para operar.

También son conocidas como cuentas de apalancamiento, y aunque ofrecen cierta flexibilidad, también ocupa una serie de riesgos importantes. No es instrumento recomendable para personas que están empezando.

Cómo elegir cuentas de valores apropiadamente

Dentro del amplio mundo de las inversiones, es comprensible sentirse abrumado cuando se buscan cuentas de valores que sean verdaderamente buenas. Si esta es una tarea que te está costando trabajo, te recomendamos seguir estos consejos:

  • No te quedes con la primera que encuentres. Entiende que existen muchas opciones confiables en el mercado, y siempre habrá alternativas que te brinden mejores soluciones, condiciones y trato.
  • Valora el tipo de actividad o de activos que quieres mantener. Algunas cuentas de valores enfocan sus servicios dependiendo de esta pregunta en concreto, siendo ideales para un público específico.
  • ¿Requieres un servicio completo o puedes manejarte solo? Es otra de las grandes interrogantes que te ayudará a determinar entre las opciones existentes. Recuerda que algunas firmas se centran en complacer a perfiles que requieren mayor ayuda (servicio completo). Mientras que, otras, es todo lo contrario.
  • Verifica el tipo de herramientas avanzadas que los brókers ofrecen dentro del servicio de cuentas de valores. No siempre te encontrarás con alternativas con una funcionalidad completa. Esto puede marcar una diferencia al momento de invertir.

¿Cómo abrir cuentas de valores?

Al elegir entre las diferentes cuentas de valores aquella que se ajusta a tus necesidades, solo resta crear un perfil y empezar a comprar activos. Pero, ¿cómo es el proceso? En la mayoría de los casos, debes encontrar la sección de registro, para indicar que eres cliente por primera vez y empezar el trámite.

Lo normal, es que te soliciten una serie de requisitos, como información personal y financiera. Sin embargo, algunos de estos datos tienen que ser verificado, por medio de documentos que debes presentar de forma obligatoria. Por ejemplo, el INE, una constancia de trabajo o ingresos, perfil de crédito, comprobante de domicilio, entre otros.

¿Son instrumentos seguros para invertir?

La respuesta es sí. Las cuentas de valores son instrumentos seguros y confiables en los que puedes administrar y resguardar tus inversiones, además de todos los beneficios que ofrecen. Sin embargo, esto no quiere decir que estén libre de vulnerabilidades o riesgos.

Es decir, estas cuentas son gestionadas y emitidas por una entidad o firma, que debe garantizar la seguridad de los activos, y hacerse cargo de la automatización de cada operación. Pero, este puede verse afectada por diferentes factores, como las dificultades financieras, que puede poner en peligro la integridad de los activos.

Aunque, cada país goza de entidades encargadas de ofrecer garantías. En el caso de México, existe la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), a la que puedes acudir en caso de dificultades.